
Hoy llueve y es domingo. Hay hombres grises
tatuados en las calles. Así empieza esta historia:
llueve sobre la flor negra de los paraguas
y los árboles crecen junto a un Ganges de asfalto.
tatuados en las calles. Así empieza esta historia:
llueve sobre la flor negra de los paraguas
y los árboles crecen junto a un Ganges de asfalto.
Teresa ve en el cielo nubes color frambuesa
que cruzan la ciudad como coches-patrulla.
El trébol de la luz se abre en sus ojos verdes
y el nácar de las horas brilla en sus labios fríos.
No ocurre nada más.
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