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dissabte, 31 de març del 2007

Vida gris (historia de una obsesión)

Me despierto y pongo los pies en el suelo, primero el derecho, luego el izquierdo. Adormilada voy a la cocina y pongo el cazo en el fuego. Cuando el agua rompe a hervir tiro un puñado de flores, romero y tomillo. Acerco las manos a mi nariz y huelen a campo. Espero dos minutos y dejo reposar la infusión. Cojo el platito azul, el del dibujo de las nubes y tapo el tazón. Me ciño el cinturón azul de la bata y me subo el calcetín del pie derecho. Voy al cuarto de baño, abro el grifo y dejo brotar treinta segundos el agua. Mojo el cepillo de dientes y con cuidado, para que no se tuerzan las rayas azules, extraigo el dentífrico. Durante dos minutos, paso el cepillo arriba y abajo por los dientes hasta que, con destreza, lo sitúo a la derecha de la boca y doy buena cuenta de las muelas. Con una hábil maniobra limpio los de la izquierda. Escupo el agua y me enjuago tres veces. Desenrosco el tapón y en una vasito medidor vierto diez milímetros de líquido desinfectante, fresco, azul. Tomo el botecito de la crema antiarrugas, saco la tapa y con cuidado deposito una pequeña cantidad en cada uno de mis dedos índices y doy pequeños toquecitos bajo mis ojos, azules. Regreso a la cocina y tacho en azul el día que termina. Lavo el platito, la taza, el cazo y la espuma azul del jabón se enreda en mis dedos. Voy a la habitación y como cada noche, pienso que debo lavar las cortinas que se mancharon con tinta, azul. Enciendo la lámpara y con la habitación inundada en penumbra, me tumbo en la cama y me acurruco bajo el azul del edredón. Pienso en el mar, en el cielo, en mi príncipe. Tengo una extraña pesadilla donde todo está desordenado. Los cajones, revueltos. Los bolsillos, del revés. Nada está donde debe y reina el caos. Las rayas de la pasta dentífrica se han torcido. El sol es blanco. El aire, incoloro. Mis manos son rojas y el agua se escapa entre ellas.Pongo los pies en el suelo, primero el derecho, luego el izquierdo. Voy a la cocina, pongo el cazo en el fuego y el agua rompe a hervir. Romero y tomillo.

1 comentari:

LicanTropo ha dit...

Me enrede en tu jerga, en ella me perdi, no sé si empezaba el día o terminaba, sólo se que me gusto ese tono azul en esa...vida Gris.
Beijos.